Capítulo 9
Josefa no le dio importancia a esas palabras, después de todo, después de hoy, tenía planeado irse. Apenas apagó la pantalla de su celular y levantó la vista, vio a Julia acercándose.
-¡Bernardo!
En los ojos de Bernardo apareció un destello de sorpresa. -¿Qué haces aquí?
Julia sonrió y lo miró directamente sin ocultar su interés. He venido específicamente a buscarte, Bernardo. Tengo algo muy importante que decirte. Quiero hablar a solas
contigo.
Ella pensaba que su propuesta seria un éxito, pero al terminar de hablar, él permaneció en silencio.
Bernardo miró a Josefa, que estaba a su lado, y su voz se tornó dudosa.
-Hoy no es un buen momento, hablemos en otra ocasión.
Las palabras apenas salieron de su boca cuando los ojos de Julia se abrieron con
incredulidad.
No podía creer que él la rechazara, y de inmediato se sintió herida, sus ojos se llenaron de lágrimas. —Está bien, si no vienes conmigo ahora, entonces no habrá un después para
nosotros.
Se giró para marcharse llorando, y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en medio de la calle.
Bernardo sintió un pánico repentino y estaba a punto de llamarla cuando, de reojo, vio un carro descontrolado dirigiéndose hacia Julia a toda velocidad.
En un instante, sus pupilas se contrajeron y, sin pensarlo dos veces, corrió hacia ella, empujándola fuera del camino.
Un segundo después, se escuchó un estruendo.
-¡Bernardo!
La sangre se esparció ante los ojos de Josefa, mientras que del otro lado, Julia estaba paralizada, incapaz de hacer más que llorar y gritar.
Fue Josefa quien llamó a emergencias y llevó a Bernardo al hospital.
Cuando los amigos se enteraron de lo sucedido, llegaron apresurados. Miraron a su alrededor y solo encontraron a Josefa, con las manos llenas de sangre, esperando frente a la sala de operaciones.
-¿Cómo está? ¿Y Julia?
Aún está en cirugia. En cuanto a Julia, estaba llorando tanto que los médicos la echaron por escandalosa.
Josefa, con paciencia, respondió a cada pregunta.
Finalmente, las luces de la sala de operaciones se apagaron y la puerta se abrió. B doctor salio quitándose la mascarilla.
-La operación fue un éxito. El paciente podrá despertar mañana..
Al escuchar la noticia, los amigos suspiraron aliviados. Pensando en la razón del accidente, comenzaron a hablar sin preocuparse por la presencia de Josefa
-Bernardo se peleaba por Julia desde la escuela, y ahora hasta amesgo su vida por ela Menos mal que salio bien. ¿Acaso olvido que hace poco se sometió a una cirugía de corazón?
-Desques de esto, Julia deberia aceptar a Bernardo, ¿no? Quizzes haya sido una bendición disfrazada…
Josefa escuchó en silencio y decidida, se dio la vueta para irse. Justo en ese momento, una voz imitada la detuvo -¿A dónde vas, Josefa? Bemardo está por sair no lo was a cuidar?
Ella se giro y vio que todos la miraban con expresiones de desaprobación
Se encogio de hombros, su tono era despreocupado. -Ya estamos divorcatos, por qué debera cuidario?
La sorpresa fue general, Los amigos se miraron entre si, atonicos
Josefa ignorò sus mirstas. Saco el certificado de divorcio de sudo y se temeppa la
persona mas cercana.
-Hoy pensaba carselo a el pero no te tempo. No puedo estera tasa natata as
que se los cCHO 3 USIKOS
Dicho ests, sin espera reacción alguna, se dio la weta y sefe
Los amigos, sorprendidos, avenes reaccionaron y le prizon mentas se aeate
-Josefa a conce was?!
Ela sotto una risa suave, sin voitent, respondent
-Como ven, a dejarte el camino libre a Jula
-hy por favor deseenies felicitat de mare no real feste
Después de sain de hospita, Joseta regreso directament a case
Capitule
Pensando en que pronto conocería al verdadero beneficiario de la donación y en que
pronto podría escuchar el latido del corazón de Oski de nuevo, esbozó una ligera sonrisa, impaciente por el futuro.
Con el equipaje ya listo, tomó la maleta y salió de la casa. Pidió un carro y se dirigió al aeropuerto, sin mirar atrás.
313