Capítulo 27
Mercedes, en el fondo, no le daba importancia al dinero de Brayan.
Sin embargo, Cecl tenía razón: debía pensar en el futuro de su Rosalba, su niña adorada.
La segunda cosa que tenía que hacer era buscarle un psicólogo a Rosalba.
El costo del tratamiento era una fortuna.
No podía permitir que Guadalupe siguiera perjudicando a su hija.
-Está bien–respondió Mercedes con firmeza.
Después de hablar, Cecilia no le mandó más mensajes.
Aprovechando el momento de calma, Mercedes recordó que una amiga le había contado sobre un psicólogo misterioso y muy talentoso.
Habían pasado varios días y, como Ceci no le volvió a mencionar nada, era claro que tampoco había logrado averiguar datos sobre ese especialista.
Así que Mercedes decidió intentarlo por su cuenta y se puso a buscar en internet.
Pero esa persona era tan discreta, que ni siquiera había rumores o comentarios al
respecto.
-¿Será que estoy buscando en el lugar equivocado? -se preguntó Mercedes, frunciendo el ceño.
Entonces, se le ocurrió revisar en foros de temas militares y sitios especializados.
Luego de más de media hora buscando, al fin encontró un hilo en un foro bastante reconocido.
El mensaje era breve, pero el contenido dejaba claro el prestigio de ese psicólogo:
[Psicólogo de cabecera de las Fuerzas de Paz y de los equipos especiales.]
[Brindó apoyo psicológico al presidente de Nueva Granada y lo ayudó a superar una depresión y pesadillas que lo atormentaron por diez años.]
[El empresario más rico de Costa Esmeralda le pagó una fortuna para que tratara a su hijo, quien llevaba nueve años con autismo, y logró curarlo.]
[Terapeuta de confianza de la famosa actriz internacional Karla.]
Con solo esas líneas, ya quedaba claro que se trataba de alguien fuera de lo común.
Lástima que no había ninguna pista sobre cómo contactarlo.
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Aun así, Mercedes logró captar dos datos clave: este psicólogo había tratado a un niño que padeció autismo durante nueve años, y también había ayudado a una estrella de
cine.
No tenía cómo buscar información sobre su trabajo en las fuerzas armadas, pero sí podía averiguar más sobre Karla y ese niño.
Primero averiguó sobre el niño. Su familia había contratado a varios médicos reconocidos, pero ninguno había tenido éxito.
Fue hasta que ese misterioso especialista intervino, cuando el niño logró recuperarse.
Mercedes buscó el perfil en redes sociales de ese chico. Por las fotos y publicaciones, se podía ver que llevaba una vida completamente normal, incluso era muy sociable y comunicativo, sin ningún problema para relacionarse con los demás.
Ahora, ese niño parecía otra persona; le apasionaban los deportes, la aventura, hacía escalada, surf, y hasta viajaba en helicóptero con su familia. Su vida era tan colorida, que nadie imaginaría que antes había luchado contra el autismo.
Al ver eso, los ojos de Mercedes brillaron con esperanza. Sin perder tiempo, buscó información sobre Karla.
Había mucha más información sobre la actriz. Su vida era completamente diferente antes de la terapia. Karla había sufrido trastornos psicológicos graves; era insegura, tímida, y pasaba desapercibida, como un patito feo.
La gente la recordaba por ser solitaria. Incluso llegó a ser blanco de críticas y ataques en redes sociales; decían que no merecía estar en la industria del entretenimiento y que era una carga para todos.
Pero, después de recibir tratamiento con ese psicólogo, Karla se transformó en una verdadera reina. En solo tres años, no solo logró reinventarse; su carrera despegó y ganó todos los premios posibles, convirtiéndose en la actriz más joven en lograr un gran
reconocimiento nacional.
Mercedes pasó toda la tarde investigando. Al terminar, sintió que una nueva esperanza nacía en su pecho.
Estaba convencida: si ese psicólogo atendía a Rosalba, podría ayudarla.
Sin embargo, ni en las entrevistas de Karla, ni en sus redes sociales, ni en las publicaciones del niño o su familia, nadie mencionaba el nombre del especialista.
Eso la desanimó un poco, pero no pensaba rendirse. Tenía la certeza de que encontraría la forma de dar con ese médico.
Con renovada determinación, Mercedes ordenó toda la información útil que había conseguido.
Justo cuando terminó, recibió un mensaje de Cecilia:
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Capitulo 27
[Meche, ya tengo lista la propuesta de divorcio. Revísala. Le pedí ayuda a mi amiga y le agregamos muchas cláusulas para protegerte.]
[Incluye fondos para la educación y tratamiento de Rosalba; compensación porque Brayan no cumplió como papá, indemnización por haberte hecho perder el tiempo, además de una compensación emocional y una pensión…]
Cecilia le mandó una lista larga y, al final, remató con tono serio:
[Aunque ese tipo no nos importe, no podemos dejar ir ningún peso. El futuro de ustedes dos depende de esto. Hay que sacarle todo lo posible a Brayan, si no, todo ese dinero se lo va a gastar en otra mujer.]
Mercedes no dudó:
-Ni hace falta que lo lea, confío en ti.
Sabía
que Ceci solo buscaba su bienestar, así que podía firmar sin miedo.
Solo tenía que imprimir el documento y, en cuanto Brayan regresara a casa, lo haría firmar.
Estaba cansada de cargar con el peso de la traición de ese hombre. No iba a permitir que su vida sé desmoronara ni mucho menos que su hija sufriera por los caprichos de su papá.
Era momento de cerrar ese capítulo para siempre…
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