Capítulo 7
Esta vez, la herida de Raquel la dejó en cama durante dos días enteros.
Hasta que su celular vibró con un mensaje de texto. Era del personal que le avisaba que los trámites para la compra de la isla habían concluido. ¡Ahora esa isla remota y aislada era suya!
No cabia de la felicidad y rápidamente marcó el número de teléfono.
Del otro lado de la línea, una voz le confirmó una y otra vez: -Señorita Lacayo, ¿está segura de que desea entrar a la isla en tres días?
Raquel nunca había estado tan segura: -Sí, estoy completamente segura.
El personal respondió: -De acuerdo, señorita Lacayo, en tres días la llevaremos a la isla puntualmente.
Apenas colgó el teléfono, Ciro entró de repente.
-¿Qué isla vas a visitar?
Raquel guardó el teléfono y cambió de tema: -No es nada importante, tío. ¿Me buscabas por algo?
Ciro no insistió y dijo: -Tu obra de arte ha ganado un premio, y los organizadores quieren que vayas a la ceremonia a recogerlo pasado mañana.
Si Ciro no lo hubiera mencionado, Raquel casi lo había olvidado. Era una artista talentosa que había alcanzado la ronda final en un prestigioso concurso nacional hace un mes, y ahora había ganado.
El día de la ceremonia, Felisa insistió en llevar a toda la familia para acompañarla al
evento.
-Raquel, eres mi hermana, claro que queremos ser testigos de tu momento de gloria.
Pero luego, Felisa suspiró con cierta tristeza.
-Ojalá yo también pudiera ganar un premio, pero, ya sabes, mi salud no me ha permitido. aprender a dibujar.
-No importa, que tú ganes es como si yo ganara también.
Raquel no respondió, pero un mal presentimiento creció en su interior.
La ceremonia comenzó, y llegó el momento de anunciar al ganador del premio mayor.
Raquel estaba sentada en la audiencia, empapada en sudor de los nervios. Este premio significaba mucho para ella, era un reconocimiento a su trabajo y el respeto de sus colegas.
Capitulo 7
El presentador sacó la lista de ganadores y, con un gesto de duda en el rostro, anunció brevemente:
-¡Felicitamos a la ganadora del premio mayor: Felisa Lacayo!
El público quedó en shock, nadie había escuchado hablar de Felisa, y comenzaron a murmurar entre ellos.
-¿Quién es esta Felisa? ¿Será una novata en el campo?
-No sé, había escuchado que el premio era para la creadora de “El Atardecer“, Raquel Lacayo.
Raquel quedó paralizada, y cuando estaba por levantarse para confrontar a los organizadores, Sergio la detuvo.
-Ya está, fui yo quien llamó a los organizadores hace una hora para cambiar el nombre y dejar que Felisa suba al escenario.
-A Felisa le encanta disfrutar de la gloria. De ahora en adelante, todas tus obras se publicarán bajo su nombre.
Raquel no podía creer lo que escuchaba. Gonzalo y Vanesa miraron orgullosos a Felisa en el escénario y, con una mirada condescendiente, le dijeron a Raquel: -No te preocupes por tu hermana, es solo un premio.
Ciro, por su parte, tenía la mirada fija en la radiante Felisa, sin notar el rostro pálido de Raquel.
En ese momento, Raquel sintió un frío recorrer su cuerpo.
Una vez más, Felisa le había arrebatado su momento de brillar.
Y los cómplices eran todos ellos.
Entre aplausos, Felisa agradeció a todos, menos a Raquel.
De regreso a la casa de los Lacayo, Raquel fue a su habitación y sacó todas sus obras.
También tomó los juguetes que había comprado con sus ahorros de tres meses, las manualidades que había hecho sola en su cuarto, y su ropa vieja y gastada.
Luego, llevó todo al salón y lo arrojó frente a Felisa.
Felisa se sobresaltó: -Raquel, ¿qué estás haciendo?
Raquel señaló las cosas en el suelo, con voz tranquila: -¿No querían que le diera todas mis obras? Pues aquí están todas mis cosas también.
Con eso, lanzó una mirada a todos, pensando con ironía.
Y también pueden quedarse con papá, mamá, el hermano y el tío. Todo
para
ella.
16:11