Pamela no se sentía nada bien.
Su enfermedad ya venia siendo inestable, y aunque se habia esforzado al máximo para estar lista para esa cena de gala, la llegada de Ginés acompañado de Dana habla trastocado por completo su ritmo.
Sintió cómo su cuerpo empezaba a arder. Sacó unas pastillas de su bolso y, casi como un automata, se metió dos en la
boca.
Intentaba aplacar el dolor punzante en el vientre.
No supo cuánto tiempo había pasado cuando por fin notó la segunda llamada de Higinio.
-¿Higi?
-¿Dónde andas?
Pamela se observó en el espejo, notando lo pálida y enferma
-Estoy afuera, ya regreso.
-Aquí hay una pequeña reunión, vente primero para acá
1 se veía. que
-va, ya v
Voy
Se retocó el maquillaje. Solo cuando estuvo segura de que nada se notaba raro salió del baño.
A esa reunión, Mateo era parte central, asi que no podia faltar.
Pamela llegó y lo primero que vio fue a Ginés y Dana platicando animadamente con Mateo, como si fueran viejos amigos
Prefirió regresar junto a Higinio. Cuando este vio la oportunidad, la llevó con él hacia el grupo central.
Por fin Pamela tuvo chance de hablar con Mateo. Higinio se acercó y le susurró algo al oido.
Mateo miro a Pamela, y su expresión cambió al instante.
Pero como tenía que guardar el secreto sobre su identidad, Mateo se recuperó enseguida y soltó, asombrado:
Ahora entiendo por qué el señor Hernández aprecia tanto a la señorita Vivez, yo si que no lo vi venir.
Pamela sonnó con delicadeza.
-Un gusto conocerte, Mateo.
notarlo.
Mientras Pamela y Mateo conversaban a gusto, Ginés y los suyos no tardaron en nota
Dana no pudo evitar mirar varias s veces en esa dirección.
Le parecia raro: ¿de qué podia Pamela hablar con Mateo?
-Le encanta aparentar, se ve que se está esforzando–Joaquin soltó una risa sarcastica y miró a Dana–Ella ni sabe de politicas, ni de tecnologia ni nada de lo que es el corazón de Tecnologia Fl, pero ahí la tienes, queriendo quedar bien.
Dana esbozó una sonrisa, sin decir nada.
Sabia perfectamente a lo que se refería Joaquin.
Decía que Pamela la estaba imitando, que como ella podia charlar con Mateo tan bien, Pamela también queria hacerlo igual. La verdad, a Dana no le importaba mucho lo que Pamela hiciera. Se inclino hacia Ginés y murmurd:
-Lástima que hoy el señor Isidoro no vino
Ginés sonrio apenas, seguro de si mismo:
-Si lo deseas, tendrás la oportunidad.
Dana entendió el mensaje y le regalo una sonrisa dulce.
Capitulo 34
Mientras tanto, Fabian tenia una sensación extraña. Miró fijamente a Pamela y luego a Ginés, y preguntó en voz baja:
No has notado a Pamela algo rara últimamente?
Gines giraba la taza de café entre los dedos, recordando los últimos cambios.
Pamela ya casi no iba a casa.
casino
No le cocinaba.
Tampoco le llamaba ni le mandaba mensajes por WhatsApp.
Sin embargo, dudaba que eso durara mucho.
Habia personas que se daban el lujo de hacer berrinche porque sabían que alguien las consentiria,
Pero Pamela era diferente. Siempre había sido sensata, y al final seguro volvería como si nada hubiera pasado. -¿Y eso qué importa? -respondió con desden,
Fabián se quedo callado, sin insistir.
En ese momento, el personal del evento repartia folletos con los proyectos tecnológicos más importantes de cada
empresa
Entre ellas estaba el Grupo Jurado.
Mateo seguia platicando bajo con Pamela, hasta que alguien la miró con una sonrisa y preguntó:
-Hugo, ¿el señor Zaldivar es hermano de la señorita Vivez, verdad?
Pamela levantó la mirada hacia la persona que hablaba.
-Eso pensaba Escuché que últimamente el señor Zaldivar y la hija del Grupo Jurado andan muy cercanos, que hasta el señor Jurado ya le está encargando los negocios más pesados de la compañía. Con ese trato, seguro lo están preparando como futuro yero, ¿no? ¿Será que pronto vamos a ir a la boda del señor Zaldivar?
Pamela no sabia cómo contestar. Hugo ya no le contaba todo como antes; ahora se enteraba de sus cosas por boca de
otros.
Nego con la cabeza, incómoda.
-Yo… la verdad no estoy muy enterada.
-¿Como no vas a saber lo de tu hermano? Señorita Vivez, seguro nos estás ocultando algo por protegerlo -bromeó el tipo. Pamela, en el fondo, no tenia ganas de hablar de Hugo. Asi que conté el tema con un par de frases.
Se llevó la mano al vientre, que seguía doliendo, y le murmuró a Higinio:
-Voy al baño.
Higinio la miro, preocupado,
¿Seguro que
que estás bien?
Pamela disimuló el malestar y respondió tranquila:
-No te preocupes, estoy bien
Se levantó y salió, sintiendo como el mundo le daba vueltas. La fiebre y el esfuerzo la estaban dejando sin fuerzas
Al pasar por una esquina, las piernas le fallaron. Tropezo y, sin querer, volcó una tetera de la mesa.
Unos brazos fuertes la atraparon justo a tiempo
Enseguida, se escucharon varias exclamaciones de sorpresa alrededor.