Pamela no esperaba que las cosas salieran asi, pero no podia decir que le sorprendía. En un evento tan crucial como ese ¿cómo iba a dejar Ginés pasar la oportunidad de ponerle un reflector a Dana? Era lógico, aunque no dejaba de doler.
Sin embargo…
-Perdón, Higi, te hice perder el tiempo le dijo Pamela, sintiendo que sus enredos con Ginés y Dana solo hablan hecho que Higinio se esforzara para nada.
Que la empujara al frente también beneficiaba a Tecnologia Fl, pero Ginés ni siquiera le dio esa chance.
Higinio frunció el ceño, pero trató de restarle importancia.
-No te preocupes. -Le sonrió-. Mi lugar está justo junto a Mateo, asi que igual podremos platicar. Y para hacer contactos, todavia hay muchas oportunidades.
De todos modos…
Cuando estaban por tomar asiento, un empleado se acercó a Pamela con cierta incomodidad.
-Disculpe, señorita Vivez. Hubo un cambio en el número de invitados, así que movimos su lugar a la segunda mesa. Le pedimos su comprensión.
Pamela alzó la mirada
Vio que el asiento que le correspondía en la primera fila ya lo ocupaba Dana. A un lado, Ginés bebia tranquilamente su café, sin dignarse a mirarla siquiera. Ese lugar era suyo, y Ginés se lo quitó sin esfuerzo ni remordimiento, regalandoselo a Dana como si nada.
Pamela atrapó la mirada del empleado, llena de disculpas.
Solo presionó los labios y aceptó:
-Está bien
Higinio seguia atrapado adelante, rodeado de gente importante, sin enterarse de la situación. Pamela no tenía ganas de armar un escândalo.
Además, Higinio estaba en la primera fila por méritos propios, y porque su papá, Isidoro, era un reconocido ingeniero aeroespacial. El si tenis derecho. ¿Y ella? Apenas y la conocían, solo era la invitada “X” que Higinio habia traido.
Ginés claramente queria poner a Dana en ese lugar. Su estatus era innegable, todos lo sabian. Si el pedia ese favor, nadie le iba a decir que no. En cambio, para Pamela, que muchos pensaban que era “la empleada equis de la empresa de Higinio, lo más fácil era dejarla afuera.
Pamela no sabia ni cómo sentirse. Había pasado todo el dia y la noche preparando su presentación, soñando con poder platicar con gente del nivel de Mateo. Ahora, esa puerta se había cerrado.
Al sentarse en su nueva mesa, se dio cuenta de que Joaquin también estaba alli.
Joaquin levantó la vista de su celular y la observó de arriba a abajo, deteniéndose en el vestido de Pamela, que casualmente era del mismo color que el de Dana
Soltó una risita cargada de doble sentido, la miró con somna y volvió a clavar los ojos en la pantalla de su teléfono.
¿Pamela estaba ahí para arruinarles la fiesta o para unirse al club? Las dos llevaban vestidos casi idénticos, y justo se le ocurre a Pamela vestirse igual? Qué chistoso.
Pamela no le prestó atención. Le tenia tan sin cuidado el comportamiento de Joaquin que ni siquiera le dirigió la palabra.
Las luces bajaron de intensidad.
Pamela se levantó para ir al baro
Dentro del salón hacia frío, y ese cambio de temperatura le pegó de lleno. Sintió la cabeza pesada y el estómago comenzó a dolerle. Caminaba con dificultad, solo queria encontrar un rincón vacio para recuperarse un poco
No esperaba encontrarse con Fabián justo en la puerta del baño
Pamela, sintiéndose mal, intentó ignorarlo y pasó de largo. Pero al hacerlo, una punzada aguda en el vientre le afloió las piernas. Fabian, atento, la sostuvo por el brazo casi nor rolais
-¿Te sientes mal?-le pregunto, preocupado
Pamela retiró su brazo con rapidez, sin mostrar emoción.
Gracias
Al notar ese rechazo tan claro, Fabián la miró, un poco confundido.
-¿Tienes algún problema conmigo? -preguntó, un poco molesto por la indiferencia
¿Ya ahora lo trataba como si fuera invisible?
Pamela se detuvo y lo miró con seriedad.
Si. No me caen bien ustedes.
No pudo ser más directa.
Fabián se quedó perplejo, sorprendido por la franqueza. No fue hasta que Pamela desapareció en el baño que pudo reaccionar. Desde su celular una voz masculina le habló con tono grave:
[¿Ya te ganaste el desprecio de esa señorita?]
Fabian reacciono, todavía desconcertado.
I… Puede ser.]
Recordo como antes habia sido grosero con Pamela. Ella solía pasar esas cosas por alto, pero ahora era otra persona. Ya no era cálida ni amable, ahora era reservada, distante, ya no le daba importancia a la gente que no le aportaba nada.
Por alguna razon, eso le dejo un mal sabor de boca.
La voz en el teléfono comentó:
[Bueno, te lo ganaste.]
Higinio, despues de atender a todos los que se le acercaban a saludar se enteró de que Pamela habia perdido su lugar frente a Dana, que ya platicaba animada con Mateo. Aunque no le gusto, tampoco era apropiado interrumpirlos o armar
una escena
Sin ver a Pamela por ningún lado, decidió llamaria.
No contesto.
Cuando estaba por pedirle a alguien del staff que la buscara, Fabián regresó, distraido.
-Fue al bano–soltó, sin mucho ánimo.
Eso tranquilizó a Higinio.
Joaquin, sin embargo, arrugó la frente y se acercó a Ginés, que estaba en la primera fila.
-Oye, ¿no te parece que ese Higinio se preocupa demasiado por Pamela? ¿De verdad solo son jefe y empleada? Ginés, con la mirada impenetrable y sin mostrar interés, no le dio importancia.
Fabián, sin saber por qué, añadio:
-No creo que Pamela sea asi
Joaquin se encogio de hombros.
-Pues quién sabe. Si estuvo detrás de Ginés tanto tiempo, aunque se acabara el mundo ella no lo dejaria
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