Pamela se giro y se topó con la mirada oscura de Ginés. Entre sus dedos largos sostenia un informe doblado por la mitad, al verlo, el corazón de Pamela dio un vuelco, tanto que, en un acto impulsivo, se lo arrebató
-¿Lo leiste?-pregunto, con la voz temblorosa.
Ginés la miró en silencio, notando el color pálido de su cara.
-¿Y tu por qué te pones tan nerviosa?
Cuando habia llegado, vio que el papel se le cayó del bolsillo a Pamela. Lo levantó por inercia, pero ni siquiera le había dado tempo de leerlo.
-No te hagas ideas, señor Leyva -respondió Pamela, y al ver que no lo habia leido, se sintió un poco más tranquila y recuperó la compostura.
Ginés la observó con detenimiento.
-Pamela, últimamente te la pasas llamandome señor Leyva,
Ella guardo el informe de nuevo en el compartimiento de su bolso.
-¿Me buscabas por algo?
la última vez.
Pamela no explicó nada. Recordó que Dana le habia mencionado ese asunto la últi
Además, ya estaban a punto de divorciarse. Llamarlo señor Leyva era más apropiado.
-¿Te sientes mal?-Ginés no insistió con el tema del nombre, en cambio, la escaneó de pies a cabeza con esa mirada seria, mostrando una pizca de preocupación poco habitual.
Pamela, sin embargo, sabia que eso no significaba nada.
Sobre todo después de ver con sus propios ojos cómo Ginés se preocupaba por Dana solo porque la muchacha tenia gripe Era obvio que esa supuesta preocupación hacia ella era pura cortesia.
Era solo un gesto vacío. Ginés siempre fue una persona distante, incapaz de entregar su corazón, aunque por fuera supiera fingir los modales de una persona educada.
Pamela, en el pasado, habla sido tan ingenua que llegó a conmoverse por ese afecto falso,
-Nada grave, solo vine a ver a mi tio -dijo con calma, por simple cortesia.
-Dana está enferma -Gines soltó de pronto.
Pamela lo miró, esperando que continuara.
Ginés tenia un rostro impenetrable. Esa confianza con la que le hablaba a la esposa sobre la amante le parecia ridicula a Pamela
-El otro día fue a Tecnologia Fl a ver a Higinio. La dejaron esperando más de una hora y se resfrió -Ginés sacó una cajetilla de cigarros, tomó uno, pero luego lo devolvió al paquete sin encenderlo.
-¿Qué es lo que quiere decir, señor Leyva?-Pamela lo miró directamente a los ojos.
¿Acaso pensaba que Dana se enfermó porque ella le dijo algo a Higinio?
Ginés la miró de reojo, con un dejo burlön
¿Por qué estabas en Tecnologia Fl ese día?
Tal como habla imaginado Ginés no estaba ahí para preguntar si Pamela se sentia mal, sino para reclamarle por ese
asunto
Se nota que usted no vive en el mundo real, señor Leyva. Desde que renuncie a LS, tengo que buscarme la vida. Todos necesitamos sobrevivir, no?-respondió Pamela, con una calma total
Ginés la observó unos segundos, como si estuviera tratando de adivinar sus pensamientos.
-¿Y qué trabajo podrías hacer en Tecnologia F17
Soltó una carcajada seca, sin pizca de alegria.
L1/2
Capitulo 26
Pamela entendió perfectamente lo que queria decir,
A sus ojos, ella nunca iba a estar al nivel de Dana. Crela que dejar LS fue una decisión estúpida.
-No hace falta que se preocupe por mi, señor Leyva -Pamela ni pensaba contarle nada sobre su situación:
Pronto serian dos desconocidos, no tenia sentido.
Además, Ginés nunca se tomó la molestia de explicarle por qué la comida que Pamela cocinó para la abuela terminó en las manos de Dana. No era ningún secreto que él sabia de sobra quien la habla preparado, pero igual permitió que sucediera.
La dejó…convertida en la sirvienta de Dana.
¿Le daba igual ese tipo de cosas?
No. Lo que pasaba era que jamás la habia respetado.
Aunque Pamela no levantó la voz ni cambió el tono, su actitud distante em imposible de ignorar.
Ginés se dio cuenta de inmediato. Desde aquel dia, Pamela no habia vuelto a ser la misma.
El penso que todo en la vida tenia un limite. Si la dejaba sola, tarde o temprano recapacitario.
Soltó una sonrisa irónica
-Ya que entraste a trabajar en Tecnologia FI, no importa si eres asistente o lo que sea, deberias darle algunos consejos a tu jefe. Saber moverse y manejar las relaciones es una habilidad basica para cualquier lider.
Los ojos de Pamela se abrieron un poco.
Ginés estaba defendiendo a Dana.
Le dolia que Dana no recibiera el trato que, en su opinión, merecia.
En apariencia, estaba criticando a Higinio por ser poco flexible, pero en el fondo le echaba la culpa a ella y le pedia que no fuera tan dura con Dana.
A Pamela no le gustaban las peleas innecesarias, pero tampoco soportaba que le pusieran etiquetas falsas.
Alzó la cabeza y replicó:
-¿Nunca ha pensado que tal
vez la qu
que no está a la altura es ella?
Por mucho que Dana fuera brillante, aún no tenía logros concretos. ¿Quién se creia que era para suponer que Higinio iba a dejarlo todo por verla?
Ginés, por primera vez, frunció ligeramente el ceño y respondió con frialdad:
-Si yo la respaldo, entonces si está a la altura.
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