Cuando Soraya salió de la escuela al mediodía, fue directo a la casa donde se suponía que vivía con su esposo, como ya costumbre
El estómago le rugia. Apenas cruzó la puerta, llamó sin pensar
-Pamela?
Pero la que salió fue la empleada doméstica, quien se acercó a recibirle la mochila.
-Señorita la señora no está.
Soraya se sorprendió y funció el ceño.
-¿No se supone que a esta hora ya tendría la comida lista?
Ella sabia perfectamente que Pamela solia llevarle comida a Ginés al mediodía,
La casa quedaba a dos pasos del laboratorio LS. Pamela tenia la rutina de dejar todo preparado antes de salir al trabajo, y durante la hora de comida, volvia corriendo para cocinar, luego le pedia a Miguel que le llevara el almuerzo a Ginés.
Aunque Ginés nunca queria verla, Pamela no se doba por vencida.
Ese dia Soraya iba con la esperanza de comer algo preparado por Pamela. Si algo tenia esa mujer era que cocinaba delicioso, justo como le gustaba.
Pero la cocina estaba apagada, todo frío y silencioso.
Soraya sintió que el ánimo se le iba al suelo.
¿Como era posible que Pamela estuviera fallando tanto últimamente?
La empleada tampoco sabia qué estaba pasando. La señora, tan cariñosa y dedicada de siempre, ahora ni siquiera regresaba a casa Antes, por Ginés, Pamela evitaba hasta los viajes de trabajo.
La verdad. Soraya había estado de malas todo el dia. Ayer se habla enterado de que su cuñada Dana se enfermé de gripe y hasta tenia fiebre Pensaba pedir permiso para ir a visitarlo, pero no quería llegar con las manos vacías.
Había escuchado que los enfermos necesitaban comida nutritiva y suave para el estómago, pero ella no sabía cocinar, y comprar algo hecho no tenia el mismo detalle. Por eso pensó en Pamela,
Pamela era la mejor para la cocina
Soraya se dejó caer en el sofá y marcó el número de Pamela.
En ese momento, Pamela acababa de salir de una junto con Higinio. Estaban hablando del potencial de los drones y a ella se le acababan de ocurrir nuevas ideas para optimizar el sistema. No tenía ganas de ir al comedor, asi que le pidió a Higinio que le subiera algo de comer. Vio la llamada de Soraya.
Apenas la vio, la rechazó
Pero Soraya insistió y volvió a marcar
Como le estaba interrumpiendo el trabajo, Pamela decidió bloquear su número. Asi, por fin pudo concentrarse.
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Mientras tanto, Soraya solo escuchaba el tono de ocupado
Se mordio el labio, frustrada
¿Qué le pasaba a Pamela? Antes nunca le ignoraba las llamadas!
Sempre la trataba con voz suave y hasta parecia querer quedar bien con ella.
Sin más remedio, Soraya laro a Ginér
Del otro lado, la voz de Ginés sono seca y seria
-¿Qué pasa?
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Capitulo 23
-Hermano, ¿sabes cómo localizar a Pamela? No me responde el teléfono y vine a tu casa, pero no ha venido a cocinar.
Ginés dudó un poco
-No he hablado con ella. No tengo idea.
—Pues dile que venga a cocinar, ¿no?
-Soraya, ¿la cocina del restaurante está de adorno o qué? -Ginés le respondió con un tono cortante, casi como si le pesara la conversación.
Soraya encogió los hombros y murmuró rápido:
-Es que Danita está enferma y quiero ir a verla, pero no quiero llegar con las manos vacias… Hermano, ¿cómo le hago para que Pamela venga?
Gines guardó silencio. Quizá estaba apurado, porque tardó en responder.
Al final, solo añadió
No que a tu abuelita también le fascinan los platillos de Pamela?
Y colgo.
Soraya se quedo pensando un segundo y de pronto le cayó el veinte
¡Claro!
Si usaba el nombre de la abuela, Pamela iba a obedecer sin chistar.
Pamela, por su parte, ya habia terminado de ajustar algunos detalles en el sistema y tenía cita con el doctor a las tres de la tarde
Le avisó a Higinio que saldría un rato. Él le ofreció llevarla, pero Pamela se negó; no queria que supieran nada de su salud
todavia
En eso, su celular vibro.
Era Soraya a de nuevo, pero ahora por WhatsApp.
[Soraya: La abuelita últimamente no tiene apetito. Quiere comer algo de lo que tú preparas. ¿Por qué no respondes mis llamadas?]
Pamela funció el ceño.
¿La abuela se sentia mal?
Por costumbre, casi se ofrece a ir a visitar, pero luego penso que ya estaban a nada de divorciarse, y no sabia si era buena idea presentarse en la casa de los Leyva
Sin embargo, al ver la hora, decidió que podia pasar por la casa de matrimonio antes de su cita
Cuando llego, la empleada la recibió con alivio
-Señora, qué bueno que n
regresó. Ya está todo limpio, ¿quiere descansar un rato?
-No, gracias, Solo vine a cocinar un poco de arroz con verduras y unas guarniciones. Por favor, ayúdame a llevarle esto a lat abuelita a la casa grande cuando termine.
La abuelita siempre la había tratado de maravilla, y su abuelo y el de Ginés habían sido amigos de toda la vida. Si la señora
estaba enferma y quería comida casera, Pamela no pensaba negar
La empleada asintió, aun confundida
Pamela se movió rápido en la cocina. Preparó un arroz caldoso con verduras frescas y dos quarniciones ligeras, todo en los recipientes especiales que tanto le gustaba usar
-Gracias, Emena
-Señora, ¿por qué se va otra vez? -Emma no pudo e
evitar preguntar
Pamela se detuvo mientras se cambiaba de zapatos. Miró las pantuflas color amarillo pálido que llevaba puestas. No
Capitulo 23
explicó nada.
Solo sonrió de lado.
-Emma, tira estas pantuflas, por favor