El corazón de Pamela se sintió como si una mano invisible lo apretara con fuerza, al punto que su cara perdió aún más
color
A pesar de la temperatura siempre constante del aire acondicionado central, esa noche, a ella le pareció estar dentro de un
congelador
Ginés la observó en silencio, y solo después de varios segundos apartó la mirada de su rostro
-La mama de Danila está cada vez más enferma. Su único deseo es ver a su hija con alguien en quien pueda confiar, que no esté sola. Ella necesita compañia. No te metas en problemas, cumple con tu papel de señora Leyva, yo no te voy a hacer
nada
Lo decia con una autoridad tan hipócrita que Pamela sintió náusea.
No le haria nada?
Pamela se quedó inmovil un buen rato. De repente, una sonrisa amarga se dibujó en su rostro. Aguantando el dolor que le retorcia el pecho, respondió
-Si ella necesita compañia, entonces no deberías venir aqui. Eso sí que está mal.
Dicho esto, se dio la vuelta y subió las escaleras, cerrando la puerta tras de si con una determinación implacable.
Poco después, el sonido de un motor encendiéndose abajo anunció la partida del hombre. No hacia falta ser adivina para saber que se iba directo a casa de Dana
Con el cuerpo exhausto, Pamela llegó al baño y se lavó la cara. El agua helada le golpeó las mejillas, devolviéndole algo de lucidez
Despues, encendio la computadora y contactó a un abogado que había agregado a sus contactos tres años atrás. Lepidió que le ayudara a redactar un acuerdo de divorcio
El abogado le preguntó:
[Señorita Vivez ¿tiene alguna solicitud especial? ¿Quiere quedarse con la casa, el carro, o hablar de la division de bienes?] Pamela lo pensó unos segundos y, con voz serena, contestó:
-No quiero nada.
Ya no quena nada de Ginés mucho menos cosas materiales.
Además, había leido en internet que renunciar a todo aceleraba el tramite. Asi tampoco tendría que desgastarse negociando con el mientras su cuerpo se sentia cada dia más débil
El abogado le envió el contrato poco después
Pamela lo imprimic. Apretó con fuerza la plura entre los dedos, sus nudillos se pusieron blancos, pero aun así, sin dudarlo, fue firmando letra por letra su nombre, obligándose a controlar el temblor en la mano.
Luego, recogió su ropa y pertenencias de manera apresurada, sin detenerse a pensar demasiado
Cuando llegó a la entrada, se detuvo un momento, mirando con atención la casa que habia cuidado durante tres años. No mard atris Simplemente salo
Al die siguiente. Pamela pidió permiso en el trabajo Contrato un servicio de mensajeria expres para que entregaran el acuerdo de descas ya firmado, en la recepción del Grupo Leyva
Tunes jamás se ocuparia de algo tan trivial como recibir un paquete, asi que puso como destinatario a Miguel, el
Desde que se casó con Gaines, Pamela habla entrado a trabajar en el Grupo Leyva
Gines nunca quiso que su relación fuere publica y no le permitio acercarse a el dentro de la empresa. Por eso la mandó al departamento de relaciones publicas, donde se encargo de la imagen de la compañia.
En esos tres años, Pamela escaló hasta el p
puesto de
erente de relaciones públicas, gracias a su talento y t
trabajo
Capitulo 2
constante.
Jamás habia pedido un solo dia de permiso ni faltade sin justificación.
Su eficiencia no era señal de gusto por el trabajo ni de vocación, sino de su costumbre de hacer todo lo que estuviera a su alcance para que las cosas salieran perfectas.
Ahora que habla decidido divorciarse, tampoco pensaba quedarse en el Grupo Leyva
Cuando el repartidor se fue, Pamela revisó el reloj, ya casi eran las diez.
Apreto los dedos con fuerza. Ahora tenia asuntos mucho más importantes que atender…
Prisión del este de Clarosol
Pamela conducia el carro, pero las manos le sudaban. Habian pasado tres años desde la última vez que lo vio y, aun asi, no podia controlar sus nervios
Hugo Zaldivar estaba por salir de prisión.
Pamela habia reservado un salón privado con un mes de anticipación para darle la bienvenida.
Hugo era un hijo adoptivo de su papa, y desde pequeños hablan crecido juntos. En la familia Zaldivar, famosa por su crueldad Hugo fue el único que siempre la trató bien, protegiéndola sin importar nada, durante más de diez años. Jamás le alzo la voz ni la trato con dureza. Siempre le decía que cualquiera podia fallarle, menos él
Pamela se miro en el espejo retrovisor. Su cara, pequeña y pálida por la enfermedad, necesitaba algo de color, asi que se puso más rubor de lo normal para verse saludable. Para no preocuparlo, se tomó otro analgésico, se puso lentes oscuros y
una goma
La puerta principal de la prisión comenzó a abrirse lentamente.
Pamela bajo del carro casi sin darse cuenta, como si sus piernas se movieran solas.
Un hombre alto, de negro, salió con paso firme cargando una mochilla vieja. Su cabello negro, corto y bien peinado, le daba un are decidido. Hugo miro alrededor con sus ojos intensos, hasta que se detuvo en ella.
El corazón de Pamela se detuvo por un instante bajo esa mirada.
Sintic la garganta seca y los ojos le ardieron de la emoción. Sin darse cuenta, camino hacia el y murmuro con voz
temblorosa
Laa
Capitulo 3
Capítulo 3
-Hugo